Hoy en Madrid hace aire.
Aire que mueve todo aquello que estaba aplastado por el calor del verano.
El aire acaricia pero también golpea.
Se lleva lo malo y te acerca lo que no quieres, imponiendo sobre ti a su única y poderosa decisión.
Hoy he paseado por Madrid, en silencio, silencio impuesto, ese silencio que se mastica.
Y aunque la sensación térmica era agradable y el pueblo salia de sus guaridas,
Querida Lady Ann: GRACIAS POR TRAER HASTA AQUI ESE AIRE... A MI ME AYUDA A RESPIRAR Y ME CONMUEVE!!!!
ResponderEliminarFdo: Lady Grease desde un día más negro que el carbón... (no es una metáfora...)
Cuidado con el aire ficticio:
ResponderEliminarEl aire ficticio
Cuando Ada se levantó continuaba siendo verano. La habitación estaba fría, pero los árboles no dejaban de moverse bajo la dictadura de un aire ficticio que ella sabía que iba a huir en cuanto pusiera un pie en la calle. Se metió bajo la ducha. Giró la esfera de metacrilato que traería el agua y le ofreció su cara al vano de la ventana abierta. Mentira o no, sabía que aquel aire ficticio, aquel inesperado milagro gaseoso, era el único que podía salvarla. Después volvería el calor.
Sonia Fides (Madrid, 6 de julio de 2010)