lunes, 6 de junio de 2011

Remedio para melancólicos

Este poema me encanta ... 

Cuando me veas deprimido, ansioso, malhumorado,
todo lo que tienes que hacer es quitarte la ropa,
y entonces brilla el sol y se revela el secreto:
que somos carne y respiramos y estamos
cerca uno del otro.
Tu desnudez me vuelve invulnerable.
La lógica podrida, el corazon
borroso, las gangrenadas tardes se curan
con la simetría perfecta de tus brazos y piernas.
Extendidos forman un círculo eterno, sendas
hacia una playa sola, la rúbrica de un Dios.
Todo lo que no eres tú, todo lo que no soy yo
deja de tener importancia: el dolor,
el sinsentido, el asco, las nimiedades
que nada tienen que ver con la vida.
Cuando me veas agonizante, quítate la ropa.
Aunque estuviera muerto resucitaría.

J.L. García Martín
Quien dice ropa, dice piel, dice coraza, dice carne ...


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