miércoles, 8 de junio de 2011

Adios, n. 44.904

¿Qué haces con el recuerdo del olor a carne quemada? Para esas circunstancias está, precisamente, la literatura. ¿Pero cómo hablas de eso? ¿Comparas? ¿La obscenidad de la comparación? ¿Dices, por ejemplo, que huele como a pollo quemado? ¿O intentas una reconstrucción minuciosa de las circunstancias generales del recuerdo, dando vueltas en torno al olor, vueltas y más vueltas, sin encararlo? Yo tengo dentro de mi cabeza, vivo, el olor más importante de un campo de concentración. Y no puedo explicarlo. Y ese olor se va a ir conmigo como ya se ha ido con otros".

1 comentario:

  1. Es de esas muerte, la de Semprún, de las que te cambian la temperatura corporal. Otro hombre valiente que abandona este mundo a punto de morir asfixiado por culpa de los cobardes que lo habitan.

    Gracias por mencionarlo.

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